La Gobernadora atribuyó las críticas que ha recibido recientemente al proceso electoral que vive el país; la mandataria priista respondió de esta forma a la denuncia que medios locales hicieron sobre el gasto millonario que hizo su hija durante su boda.
Por Adhara Lozano
Sonora, 25 marzo (Proyecto Puente).- A través de un mensaje en redes sociales, la Gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, señaló que ha sido víctima de violencia de género, desde la campaña política más agresiva cuando era candidata hasta la fecha.
Esta respuesta de la mandataria se da tras la publicación en redes sociales y medios nacionales de la celebración del matrimonio de su hija Claudia Torres Pavlovich con Héctor Bravo Mazón.
“Hoy, una vez más, casualmente en medio de un proceso electoral, y justo un día después de que firmamos a nivel nacional el Pacto para la Democracia donde nos comprometemos a promover campañas electorales limpias, de altura y de respeto, soy sujeta de esa misma violencia que, basada en medias verdades y mentiras completas, como suele ser la violencia de género, pretende dañarme en lo personal y en lo profesional”, dice parte del comunicado.
Fue este miércoles que se dieron a conocer detalles donde se aseguraba que a la fiesta acudieron mil 400 invitados, con la asistencia de políticos y celebridades como Alejandro Fernández a una exclusiva Hacienda en el municipio de Tequila, Jalisco.
Medios como Proceso, SinEmbargo y La Octava, retomaron información publicada en Periódico AM, donde se hablaba del lujoso evento, entre ello el costo de la organización, banquete y vestidos y accesorios de la familia Pavlovich.
Reportaron que entre los invitados se perfilaron los expresidentes de México Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari; así como el senador Miguel Ángel Osorio Chong y el exsecretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
Lo anterior fue desmentido por fuentes desde Palacio de Gobierno del Estado a Proyecto Puente.
Las reacciones en las redes sociales no fueron positivas, ante el aparente gasto millonario en vestidos, banquete y la opulencia del festejo, pero sobre todo porque al estar en una pandemia y ante una inminente tercera ola de COVID, dicha celebración no contaba con los protocolos sanitarios que se exigen al resto de los ciudadanos sobre todo en por las autoridades de Sonora.